Desvaríos; Manías lectoras ¿cuáles son las tuyas?

Como bien dice la entrada del blog, hoy hablaremos de las manías que tenemos los lectores, sobre todo aquellos que leemos diariamente y casi pasamos más tiempo viviendo la vida de los personajes literarios que la nuestra, al estilo Don Quijote.

Espero que este tipo de entrada os guste y os llame la atención, a partir de ahora catalogaré esta clase de ¿artículos? como Desvaríos, así que podréis encontrarlos en la pestaña que está en el menú, mientras que las Reseñas continuan teniendo su propio lugar y las demás secciones la imitan.

Personalmente, no me considero una lectora muy maniática, en otras cosas sí que lo soy, sobre todo a la hora de tener ciertas rutinas diarias que casi hago sin pensar, como tener siempre cerca una botella de agua, porque si no la tengo seguro que me da sed y saber que no puedo beber hará que tenga más sed. Sí, soy así de infantil.

He estado recopilando algunas de las manías más frecuentes (alguna no tan frecuente) entre los lectores habituales y lo que haré será comentarlas y hablaros de mi experiencia, por supuesto, sois libres de dejar las vuestras en los comentarios, así podremos comparar.

Empezaremos hablando sobre la costumbre, o en algunos casos necesidad, de leer en completo silencio. Mucha gente o al menos bastante, prefiere el silencio a la hora de leer, ya que eso le permite concentrarse mejor, yo, por el contrario, prefiero o casi necesito, algo de ruido de fondo. Por lo general, pongo música, pero a veces también me sirve la televisión. Al estudiar es otra cosa, pongo música también, pero siempre clásica (que no tiene letra) y a veces sí necesito el silencio. ¿Alguien más prefiere la música de fondo o todos sois más de silencio? Tal vez sea por eso que no me gustan las bibliotecas más que para coger libros prestados :)

Incluso él luchó junto a Harry

Otra manía muy común es esa necesidad que uno tiene de terminar un libro aunque no le esté gustando. Hace años yo también tenía esa necesidad, pero después de dejar inacabada la segunda parte del Quijote (no me matéis ^^) empecé a ver las cosas de otra manera. Hay muuuchos libros en el mundo y yo solo tengo una vida, y una vida humana no es muy longeva aún quitando los posibles accidentes, así que si un libro no me gusta, prefiero pasar a otro que sí lo pueda hacer.

Por Internet he visto que mucha gente prefiere leer solo un libro cada vez, es decir, no leer dos o más libros al mismo tiempo. Sé de blogueros que piensan esto también, por el contrario, para mí es muy común tener varias lecturas activas. Hace unos días estaba leyendo Cazadores de sombras I, Memoria de Noa y Land Rover, los dos últimos eran lecturas obligatorias y normalmente, cuando tengo que leer algo por obligación lo acompaño con una lectura que me guste, que suele ser lo que leo por las noches, es mi tiempo libre y no me gusta dedicarlo a un libro que leo porque no me queda más remedio y que, sí, muchas veces me parece interesante, pero que no me va a enganchar ni a divertir como otros.

Algo que apenas he hecho pero que veo que muchos blogueros hacen es tomar citas de los libros e incluso marcarlas con pequeños posits. A mí es que en primer lugar, no me gusta pegarle nada a los libros (hablaremos más adelante sobre esto) pero aunque a veces sí encuentro una cita que me resulta graciosa, las citas que de verdad me parecen relevantes se encuentran en libros más cercanos a la literatura universal. Por ejemplo, recuerdo que sí guardé algunas de El retrato de Dorian Gray, porque para mí Oscar Wilde tiene una forma de expresarme muy rica, y alguna de El conde de Montecristo, pero bueno, creo que trataré de cambiar esto un poco y sí citar algún pasaje que me llamase la atención en las reseñas, para que sean más completas ¿qué os parece?

Una manía que me dejó estupefacta cuando alguna de mis compañeras me la comentaba, tiene que ver con el spam y con el miedo a que te desvelen algo de la trama de un libro que quieres leer. Y es que una de mis compañeras de clase, como tantas personas, jamás se lee la sinopsis de un libro antes de leerse el mismo. Para mí leer la sinopsis es algo tan esencial, que no podía imaginar como lograba hacerlo. Ya comenté en alguna ocasión que en mis reseñas siempre hago un resumen propio del libro, donde procuro no contar nada que revele el final o algún secreto de las novelas, pero sí de qué va la trama porque es algo que a mí me interesa en una reseña. No me lanzaré a leer un libro si no sé de qué va, por eso siempre, siempre me leo la sinopsis de un libro y muchas veces busco las reseñas para saber mejor de qué va y por supuesto, para tener alguna opinión. ¿Os sorprende esta manía tanto como a mí o sois de los que la practicáis?

Esto jamás lo haría un biblofilo, al menos no yo,
porque mi gato lo rompería todo. O yo tengo un gato muy
 malo o la persona que hizo esto tiene un gato muy bueno.

Y ya fijándonos en el cuidado de los libros, tenemos muchas manías que me parecen comprensibles, como bibliófila de bajo grado que soy, y que también creo que son muy comunes. Para quien no lo sepa, ser bibliófilo consiste en ser un amante de los libros, pero no solo de su contenido, sino también en toda su forma, o sea, que uno valora mucho su edición y que esta esté cuidada. Normalmente este termino se le acuña a lectores que buscan las ediciones origniales o lo más cercanas a estas, con la misión de coleccionar libros aún cuando no los lea. Yo no me compro libros solo por tenerlos y almacenarlos si luego no los voy a leer, a veces la tentación es fuerte, pero trato de controlarme.

En fin, que una de las grades obsesiones es evitar que el libro se deteriore, por lo que muchos lectores no doblan jamás las páginas de sus libros. Reconozco que sí lo he hecho, pero cuando era más joven y con algún libro que no me gustase (veáse Corbacho). Tampoco se tolera con facilidad la escritura en ellos (salvo las firmas de los autores o las dedicaciones) o por el contrario, se necesita. No sé si esto último os llama la atención, pero tengo compañeras que no viven si no pueden subrayar y apuntar entre líneas o en los márgenes notas. Yo soy totalmente contraria a esto, no me gusta escribir para nada en un libro y menos a boli ¡qué dolor!

Quitarle las sobrecubiertas cuando voy a leer un libro también lo hago, porque se estropean mucho y como dije más arriba, tampoco les pego nada a las páginas, lo único que las toca son mis manos y el marcapáginas. Y otra cosa que también aprendí con el volumen de Dónde los árboles cantan es a no abrir demasiado un libro si veo que el lomo se puede dañar. Eso cansa un poco la postura, pero es lo que tienen determinados tipos de ediciones. En la red algunas personas comentaban que lo hacían siempre que leían un libro ¿y vosotros, os fijáis en esos detalles?

Y ahora toca hablar de algo que muchos de mis amigos hacen y que incluso le ha dado el nombre a un blog: Oler esnifar los libros. Sí, mucha gente lo hace, la única vez que me fijé en cómo olía un libro fue con mi ejemplar de Harry Potter y la piedra filosofal, porque apesta a celulosa y cuando lo lees lo notas. Tengo un amigo que lo primero que hace cuando le enseño un libro es cogerlo y olerlo, y desde aquí le quiero preguntar a la gente que hace esto ¿por qué? ¿qué tiene de especial oler los libros? No me odiéis, es simplemente que lo he probado y no lo entiendo, a veces (sobre todo en libros antiguos) es muy desagradable.  Ya lo dejo ahí para no granjearme enemistades ^^

Junto con esto, es también muy común revisar muy bien un libro antes de compararlo, para asegurarnos de que esté en perfecto estado, cosa que también hago mucho. No me gusta tener un libro estropeado y menos si es acabado de comprar (si es nuevo, no me refiero a los de segunda mano). En las librerías (como las de el lugar donde vivo,

que son más papelerías que otra cosa) les pegan un papelito en el lomo, donde apuntan tus datos y no sé qué más, pues eso tampoco me gusta, porque a veces escriben ahí y luego les queda marca. Sintiéndolo mucho, la próxima vez que lo hagan, se llevarán el libro de vuelta ¿estoy loca por eso? Puede.

Algunas otras manías de las que no era muy consciente y que también tengo, son las de manosear el libro antes de comprarlo, es decir, ver como es su edición (ya que puede haber después otra que me guste más), y también la de dejar cerca el libro que estoy leyendo actualmente, por lo general lo pongo en la mesilla ¿hacéis eso también o lo guardáis en la estantería? Hay incluso quien prepara el siguiente libro que se va a leer, eso lo hago solo a veces.

Apuntar los artistas musicales o películas que se nombran en los libros para buscarlos después, incluso los escenarios en los que transcurre la acción son algunas otras manías, como anotar los errores gramaticales, al más estilo grammar nazi o no dejar de leer hasta que se finaliza un capítulo. Yo no hago nada de esto por lo general, pero no me parece raro. Lo que sí me llamó la atención fue la manía de una persona de pintarse siempre las uñas de color transparente cuando iba a leer, porque de lo contrario puede rayar el libro con las uñas y dejarles el color del esmalte. Esto nunca me ha pasado ni sabía que pasase porque siempre llevo las uñas pintadas de transparente ¿alguien da fe de haber visto algún libro con laca de uñas sobre sus hojas?

Y hasta aquí este largo desvarío, espero que no os haya resultado pesado, sino entretenido y curioso. Seguro que se quedan muchas manías en el tintero, pero se estaba alargando mucho, si tienes alguna que no haya nombrado, soy toda oídos. Ya sabéis, podéis comentar tanto como queráis, dejar vuestras opiniones, manías y experiencias. 

¡Hasta pronto!