Reseña: El rey cuervo, Maggie Stiefvater



El rey cuervo


Título: El rey cuervo
Autora: 
Maggie Stiefvater
Traducción: Xohana BastidaEditorial: SM (Ver ficha)
ISBN: 984-84-675-9583-3
Año de publicación: 2017
Páginas: 467
Género: Juvenil, Fantasía, Romántica
4º de la saga The Raven Boys

Sinopsis

Gansey lleva años buscando un rey perdido. Y, una a una, va atrayendo a otras personas hacia su empeño: Ronan, que desvalija sueños; Adam, cuya vida ya no le pertenece; Noah, cuya vida ya no es vida; Blue, que lo ama... y sabe que está destinada a matarlo.
Nada muerto es fiable. El juego final ya ha comenzado.
Nada vivo es seguro. Los sueños y las pesadillas empiezan a converger. El amor y la pérdida son inseparables.
Y la búsqueda rehúsa confinarse a un sendero fijo...

Mi opinión:

*Contiene spoilers de los libros anteriores

Gansey está cerca de encontrar a Glendower, el rey perdido que lleva buscando tanto tiempo. O al menos debería estar cerca, pero algo le dice que no será tan fácil. Necesita poder pedirle su deseo si logra despertarlo, como dice la leyenda porque sabe que está predestinado a morir.
Él y sus amigos se enfrentarán a cosas extrañas y oscuras, algo acecha en Cabeswater, todos están en peligro.
Blue no quiere enfrentarse más a lo que siente por Gansey y saben que no podrán ocultar mucho más su relación a sus amigos. Sin embargo, no puede dejar de sentir que es una locura, ya que siempre ha sabido que mataría de un beso a su amor verdadero.
Ronan es un soñador, puede extraer objetos o incluso personas de sus sueños, llevarlos al mundo real y descubrirá que sus poderes van incluso más allá de lo había llegado a imaginar.
Adam siempre ha tenido unos objetivos claros en su vida: trabajar duro y llegar al éxito, salir de la precariedad. Ahora, está unido al mágico bosque de Cabeswater pero debido a lo que allí está sucediendo algo oscuro le está pasando. Prometió ser los ojos y las manos de Cabeswater, pero ¿qué supone eso ahora mismo?
La búsqueda por encontrar al rey dormido y detener el horror que acecha en las sombras llevará a este grupo de amigos a unirse todavía más, hacer sacrificios y aprender sobre un mundo mágico del que muchos quieren sacar beneficio.

Esta saga siempre ha sido especial para mí y creo que con ella se consagra la posición de Maggie Stiefvater como una de mis autoras predilectas en literatura juvenil.
Ya había leído con anterioridad otra saga de ella pero no me gustó tanto como esta, que desborda originalidad y unos personajes tridimensionales, especiales, tiernos y casi mágicos.
Estaba deseando leer este cuarto y último libro, pero al mismo tiempo temía llegar al cierre de una historia que había disfrutado tanto. Las expectativas eran altas pero ya el tercer libro no me había gustado tanto como el segundo. Pista, Los saqueadores de sueños, el segundo libro, sigue siendo mi favorito.
Pese a que adoro la pluma de Stiefvater y considero que este no es un mal libro, he encontrado de nuevo algunos aspectos que no han llegado a convencerme en esta entrega. Sin embargo, toda esta experiencia junto a los personajes de The Raven Boys la atesoraré con cariño, porque considero que esta historia se aleja de lo típico en novela juvenil tanto en los personajes, la trama o incluso la narrativa de la autora que no deja indiferente. Es un aporte de alta calidad al género y creo que pese a que ha recibido opiniones muy positivas, en los territorios de lengua hispana no ha llegado a tener el éxito que mereceía.
El mundo que Stiefvater ha creado es sin duda especial, basado en las líneas ley y en una magia que no es fácil de describir. Espíritus, leyendas, poderes poco comunes como la capacidad de extraer objetos de sueños, videntes… Si hay algo que se aprecia a lo largo de las cuatro entregas de esta saga es que es un mundo que se amplía en cada libro y que al mismo tiempo es inabarcable en estas cuatro historias. Al  principio creía que tendríamos un final más cerrado pero por lo que he visto, la autora ha escrito un spin-off y eso explica muchas cosas.
Comenzaré ahora ha tratar esos aspectos que no me han gustado tanto y que ya comenté en mis otras reseñas. He observado que hay una tendencia a añadir personajes nuevos en cada libro. En la segunda entrega pensaba que era algo normal, hacían falta, pero luego en el tercer libro se añaden otros, y lo mismo sucede con este. Cuentan con la característica, además, de aparecer y desaparecer casi en el mismo volumen o a ocupar otro papel, como el Hombre de Gris, que en un momento era una suerte de antagonista y luego cambió radicalmente de función.

Esto genera confusión y falta de interés. Los personajes nuevos son casi siempre antagonistas y hay capítulos centrados en ellos, capítulos que no me interesan lo más mínimo. Pienso que habría sido más provechoso crear un solo antagonista, complejo, y desarrollarlo a lo largo de cada entrega, para mantener una continuidad para el lector y mantener el interés a nivel personal por ese personaje.
Además, en este cuarto libro se nos introduce a Henry Cheng y ligeramente a su madre, pero principalmente a Henry. Añadir un personaje de cierto peso en el último libro hace que nos quedemos a medias y que se tenga que quitar tiempo a los personajes principales porque debemos conocer y presentar a este. Mi punto es, ¿qué me importa este tal Henry, si yo quiero saber qué sucede con Gansey y Blue; con Noah; con Ronan y la niña huérfana; con Adam y Cabeswater? Que se desvíe la atención de lo que ha sido el punto de interés del lector en los libros anteriores no es agradable.
Al mismo tiempo he sabido que ese libro spin-off que ha escrito la autora se centra en Ronan pero es un libro coral. Conclusión: sin pretenderlo Stiefvater ha dejado que la historia fluyera hasta encontrar lo que ella realmente buscaba, una obra coral.
Con todos los personajes protagonistas de esta saga uno pensaría que ya es lo suficientemente coral ¿no? Pero bueno, es cuestión de gustos, yo prefiero que se reduzca un poco ese número de personajes porque no llegan a desarrollarse tanto. Tengamos en cuenta que tampoco son libros muy extensos así que muchas veces nos quedamos con ganas de saber más de cierto personaje o de entender bien qué ha ocurrido, como con Noah.
Debido a todo esto en los dos últimos libros para mí se ha perdido un poco la magia y la ilusión de los dos primeros, pero insisto, siguen siendo obras de calidad que a la vez enganchan y están bien estructuradas. No en vano han comprado los derechos para llevarlas la televisión con guion de la propia autora (espero que no me decepcionen).
En cuanto a lo demás, esta seguirá siendo una saga que recomiende porque presenta un tema original, bien llevado. La prosa es poética, bonita y especial. La autora ha desarrollado muy bien ese aspecto, puedo percibir su evolución desde la saga Los lobos de Mercy Falls a esta.
Y aunque la trama es especial, muy mágica de una forma diferente a la mayoría de novelas juveniles del momento, los personajes son lo más interesante. Todos ellos tienen una personalidad definida, con un pasado, con unos sueños y disfrutamos cuando nos hablan de cada uno de ellos. Es difícil escoger un solo favorito.

[Extracto del libro]
Y fue esto: Blue, a punto de ofenderse, diciéndole a Henry: «No entiendo por qué estás siempre haciendo chistes ofensivos sobre los coreanos, sobre ti mismo», y él respondiendo: «Prefiero hacerlos yo antes de que los hagan los demás; es la única forma de no estar furioso todo el tiempo».

Gansey, su gran carisma, su terror a las abejas, su profecía y su obsesión por encontrar al rey durmiente; Adam, su triste pasado de maltratos, su ambición y gran capacidad de trabajo; el tormentoso Ronan, la magia de su padre y la suya propia, sus sueños, sus hermanos; Blue, proveniente de una familia de videntes, destinada a matar a su verdadero amor, siempre entre el dilema de odiar lo que representan los ricos y al mismo tiempo ansiando tener su libertad.
En cuanto al final, tenemos una parte relacionada con la trama mágica, que me ha decepcionado un poco por lo enrevesado y rápido que sucedió, y luego otro más enfocado a las relaciones de los personajes. Una parte me la esperaba, la otra no, creía que iría por otro camino, creo que está un poco con calzador. Pensaba que ese personaje estaba enamorado de otro al que conocía de hace más tiempo y no me ha convencido que sea diferente por la forma en que sucede y porque tal vez busque ser un giro en la historia. Siento ser tan críptica pero no quiero hacer spoilers para quien no haya leído el libro.
Por todo lo que representa la saga, sin duda la recomendaría y estoy contenta de que sigan publicando a la autora en español. No sé si leeré el spin-off y si este me convencerá, aunque se lo dedica a mi personaje favorito, Ronan, parece que va a ser una historia más coral. Han quedado muchas dudas, la historia da mucho de sí, no está del todo cerrada aunque sirve como final, y creo que una continuación a modo de spin-off está justificada.
La edición es genial, sigue el estilo de las otras y me encanta que eligiesen tan bien las portadas, el artista que las realiza tiene un estilo muy personal y bonito, podéis ver su Instagram @adamsdoyle El interior está cuidado y la tipografía que usan no es la habitual, puede que sea la única que se fija, pero es bonita, práctica y va con este estilo tan mágico y de leyenda del libro.
Una saga para recomendar y para disfrutar, que se sale de lo típico y triunfa. Una autora con una gran imaginación y una pluma brillante por lo poético. Si buscáis algo diferente, animaos a darle una oportunidad. Me encantará conocer vuestras opiniones sobre la saga o, si no la habéis leído, si os gustaría hacerlo. 
Un final de saga bastante correcto pero que me ha confirmado algunas tendencias de la autora ha incluir personajes nuevos en cada libro, con poca aportación, y que me descentraban de lo verdaderamente importante. No obstante, Stiefvater sigue mostrando que tiene una prosa rica y casi poética, que sus personajes son complejos y tremendamente interesantes y que este mundo mágico que ha creado da para mucho.


¡Hay que leerlo!