Y
hoy he decido abrir el mes de diciembre en el blog con una nueva entrega de la
sección Galanes. Esta sección
consiste en analizar de forma superficial el por qué algunos prototipos de
protagonistas masculinos triunfan tanto en la novela romántica adulta. La
anterior entrega la dediqué a los Highlanders y esta tendrá como protagonistas
a los vaqueros, los cowboys americanos.
Vaquero, ra. adj. Propio de los pastores de ganado bovino.
Lo
que es lo mismo, pastor de vacas, como su propio nombre indica. Tal vez lo
veáis más claro en su versión inglesa: cowboy.
Cow, en español vaca y boy, en español, chico, muchacho.
Y ahora otra
pregunta más: ¿Qué tienen los pastores de vacas que fascinan a una gran parte
de las lectoras de novela románticas? Hay muchas
posibles respuestas. Su rico perfume a sudor de caballo, mezclado con la
esencia de los desperdicios de las vacas; esos sombreros tan característicos
que ensombrecen su mirada; el ambiente natural y al aire libre en el que se
mueven; esa fuerza muscular conseguida por el duro trabajo en el campo y con
los animales; el hecho de que sepan domar a un noble animal como el caballo… En
fin, una multitud de posibilidades, ¿no creéis? Desde luego, esto no suele
hacerlo un chico de ciudad.
Lo que sí es seguro
es que dentro del género de las novelas románticas hay una clara y voluminosa
colección dedicada a las historias protagonizadas por vaqueros.
Si no os gusta esa nomenclatura también podemos encontrarlas buscando «novelas
románticas del western». Para aquellos poco habituados a moveros por el
maravilloso mundo de las novelas románticas, he de deciros que los subtipos no
se detienen aquí. ¿Qué que más hay? Pues evidentemente, no es lo mismo un
vaquero en la época de la fiebre del oro que uno actual. Los de antes
además de pastar vacas se peleaban con los indios ¿recordáis las películas de
John Ford? Pues cómo esos. Y los actuales se parecen más a los de Pasión de Gavilanes (¿Serán los vaqueros el secreto del éxito de esta telenovela?). ¿Todo claro? Seguro
que sí.
Pero
no estamos aquí para hacer un repaso de los diferentes grupos existentes en
América, este es un blog literario, así que vayámonos a nuestro campo.
Desde
que tengo uso de razón sabía que había libros dedicados a los vaqueros, o mejor
dicho, a las historias del viejo oeste, porque mi abuelo era un gran lector de
este género. Cuando me aficioné a las
novelas románticas no tardé ver que había muchas ambientadas en ese mítico
lejano oeste pero lo cierto es que no me atraían. Tardé un par de años en
atreverme con alguna y la verdad es que empecé a apreciarlas. ¿Por la
sensualidad de un sombrero de vaquero bien colocado? Pues no, la verdad es que
no. Una vez más me pudo más la ambientación. No conozco mucho al respecto de
esa época en Estados Unidos, así que leer este tipo de historias ayuda a saber
cómo vivía la gente en ese momento histórico. Ahora bien, os recomiendo ir
con cuidado, ya que muchas novelas se centran solo en el romance y no
contextualizan mucho.
Dentro de las
novelas de vaqueros de esta época que me he leído me gusta destacar la serie
Siete novias, de Leigh Greenwood, sobre todo el primer libro, Rose, y el penúltimo, Violet.
En esta serie se aprecia la vida sencilla de una humilde familia que trata
de salir adelante criando ganado. Son muchos hermanos y todo comienza
cuando el mayor se casa con Rose, una joven que no tiene a donde ir. Cada libro
está dedicado a cada uno de los hermanos y Violet,
uno de los que más me gustó, está dedicado a un protagonista que perdió un
brazo durante la guerra civil estadounidense. Son libros entretenidos,
sencillos, que se centran en las relaciones de los protagonistas, sin salir con
tramas de otro tipo y que hacen más hincapié en el estudio de las
personalidades de los personajes. A mi parecer el primero es uno donde mejor se
refleja la vida que llevan, pero como no soy una experta no puedo autentificar
que las costumbres que ahí se explican sean totalmente verídicas. Sin embargo,
creo que se puede decir que es una serie con bastante éxito. A mí la verdad es
que me sorprendió porque está escrita por un hombre y no suelen abundar las
novelas románticas escritas por hombres, pero si os gusta el tema os las
recomiendo.
¿Otra novela de
esta época? Pues Dama de tréboles, de
Olivia Ardey, una novela que me sorprendió y gustó mucho.
Linette es la protagonista que vive bajo el mando de un familiar al que le
estorba y que la pierde en una partida de cartas. Inesperadamente se ve casada
con un hombre que tiene un pequeño rancho que sacar adelante. La vida entre
ellos no siempre será fácil, pero a medida que se construye una relación
podemos ver un bonito avance en una historia entretenida y muy bien construida.
Y por último, me
gustaría mencionar dos libros de Alexis Harrington, que aunque creo que la
época es cercana no estoy segura de que se puedan catalogar como libros de
vaqueros, sin embargo, os los menciono porque creo que merecen muchísimo la
pena.
El primero es El sabor del cielo y
el otro es Maravilla. Los dos son
lecturas más que recomendables, difíciles de encontrar, eso sí, creo que solo
están disponibles en formato electrónico, pero merecen mucho la pena. Maravilla nos cuenta la historia de un
hombre que vive solo, tiene un pequeño negocio y está en un pueblo atacado por
la fiebre del oro. Un horrible hombre le debe dinero y como no tiene con qué
pagarle, quiere darle a su mujer y a su hijo cómo recompensa. Él piensa en no
aceptar, pero como teme que la mujer sea vendida a otro, acepta el trato. La
mujer, humillada y asustada, no sabe si fiarse de él, pero con el tiempo ambos
crecerán cómo personas y se iniciará una relación entre ellos. Esta es una
historia muy tierna, de mis favoritas y que me sorprendió mucho cuando la leí,
así que espero que si podéis le deis una oportunidad.
Y ahora ya me acerco más a nuestros tiempos y
es que también hay novelas de vaqueros actuales, quizá ahora los denominemos
más como rancheros, pero ahí están. La novela de
la que hablaré me sorprendió mucho por varios motivos. Primero, el hecho de estar escrito por una autora que ya había leído y
que no me había convencido, me refiero a Nicole Williams (no me convenció
con su trilogía de Jude). Segundo, no me esperaba que hubiese tanta presencia del
rancho y de la vida allí. Y la tercera
cosa que me llamó la atención era que un libro con estas características fuese
juvenil, o para matizar, young-adult. El libro es Lost & Found y os lo recomiendo porque merece mucho la pena, es
una historia bonita, bien llevada y original.
Y
hasta aquí mis recomendaciones. La verdad es que me habría gustado leer más
libros como el de Nicole Williams o encontrar más historias interesantes de
vaqueros actuales, pero es difícil encontrar una que parezca buena. Sin embargo, encontrar novelas románticas
del lejano oeste es mucho más fácil, así que si sois lectoras habituales de novelas
románticas pero no habéis leído nada sobre este género os animo a hacerlo con
alguno de los libros que os he recomendado, son historias que merecen la pena y
por lo menos para mí, este tipo de ambientación se sale de lo común y hace que
esa época y ese espacio sean escenarios muy interesantes y curiosos.
Y
si regresamos a la pregunta inicial ¿Por qué los vaqueros gustan tanto en las
historias románticas? Pues aunque me arriesgo al repetirme, creo que sucede lo
mismo que con los highlanders, la ambientación, poco común, tanto espacial como
temporal, tiene un gran atractivo para los lectores y eso consigue que se
establezca como un tipo dentro de la temática romántica.
Me
gustaría que me dejarais vuestras opiniones sobre este tema, que me contéis si
os gusta esta temática de vaqueros en historias románticas y que libros podéis
recomendar que podrían gustarme.
Espero
que la entrada os haya interesado y que podamos compartir experiencias ¡Hasta
pronto!
Otros devaríos:
¡Hola!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta entrada, muy informativa e interesante, te ha quedado genial la verdad.
A mí me pasa lo que a ti, la ambientación me puede. La época de la fiebre del oro me pierde y para qué nos vamos a engañar, ese aire medio salvaje de los cowboys no está nada de mal xD
Lo dicho, muy buena entrada. ¡Nos leemos!
¡Hola! Me alegra que te gustase la entrada, como tú, opino que la época de la fiebre del oro es muy interesante, yo no sé demasiado sobre esa época, ya que nunca la he estudiado y me gusta leer novelas de ese momento.
Eliminar¡Un beso!
¡Hola! ^^
ResponderEliminarMuy interesante el post :)
La verdad es que no he leído nada de cowboys que yo recuerde, pero si que me llama la atención y me gustaría leer algo de ellos en un futuro. Tendré en cuenta tus recomendaciones.
Por cierto, acabo de conocer tu blog. Te sigo y me voy pasando.
¡Besitos!
He leído muy poco sobre la fiebre del oro, aunque es una ambientación muy interesante. De dama de tréboles he leído muy buenas criticas. Una entrada muy completa e interesante.
ResponderEliminarBesos y feliz puente :)
Pues yo no he leído nada centrado en esto pero me llama la atención
ResponderEliminar<3
A mi me encantan jajaja me pones una novela con un rancho,vaqueros, etc. y me da un parraque jajajaj eso si, en las novelas, en al vida real no me metes en un rancho ni loca xD
ResponderEliminarLos de Leigh Greenwood me sorprendieron mucho, no sabía que esperarme de romántica escrita por un hombre ya que no es lo "normal" y me gustaron mucho jeje
Hola Estefania, me alegra que te gusten estas entradas. Yo la verdad me sorprendí mucho con Leigh Greenwood, pensaba que era nombre de mujer y por desgracia, si llego a saber que era un hombre, tal vez no siguiera leyendo, es uno de los grandes prejuicios que tengo y que necesito erradicar. Sus novelas son muy bonitas. A mí me gustaría poder leer más novelas de vaqueros en la época más actual, pero no encuentro ninguna.
Eliminar¡un beso!
¡Las hay! pero no recuerdo títulos ahora jajaja en lugar de llevar el ganado suelen dedicarse más a la cría de caballo y competiciones etc. pero los hay
EliminarSí, sé que los hay, aunque creo que no muchos, el problema es dar con los títulos y que luego las obras merezcan la pena. Siempre que busco recomendaciones me encuentro con que casi todas son sobre el lejano oeste, que también me gustan, pero bueno, por variar.
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