Reseña: La última Navidad en París, Hazel Gaynor y Heather Webb

 

La última Navidad en París

Título: La última Navidad en París

Autora: Hazel Gaynor y Heather Webb

Traducción: Almudena Ligero

Editorial: Ciudadela de Libros 

ISBN: 984-84-15436-44-7

Año de publicación: 2020

Páginas: 301

Género: Histórica, Epistolar, Romántica

Libro único

 

Sinopsis

 

Agosto de 1914. Inglaterra está en guerra. Evie Elliott ve a su hermano Will y a su amigo Thomas Harding partir al frente y piensa, al igual que todo el mundo, que todo acabará antes de Navidad, fecha en que viajarán a París para celebrar las fiestas. Pero la historia nos dice que no fue así. Los tres acabarán viviendo una guerra muy distinta a la que esperaban.

Frustrada por una vida de privilegios, Evie desea desempeñar un papel más importante en el conflicto. Mientras, Thomas se enfrenta a la dura realidad de la guerra y a sus propias batallas personales para sacar adelante el negocio familiar.

En sus cartas, Evie y Thomas compartirán sus esperanzas y sus miedos y crecerá su amistad y afecto mutuo. ¿Podrá florecer el amor en medio de los horrores de la guerra?

*Gracias a Ciudadela de libros por el ejemplar.

 Mi opinión:

 

En este libro se cuenta la historia de Will y Evie que transcurre durante la Primera Guerra Mundial. Conoceremos a los personajes a través de sus cartas, así como el horror de la guerra.

Evie ha visto como su hermano y su mejor amigo se alistaban en el ejército para luchar en Francia contra Alemania. Al principio sus familias estaban muy orgullosas y los chicos muy emocionados, pero no tardarán mucho en darse cuenta de que la propaganda de la prensa está bastante alejada de la realidad.

La guerra es dura y sucia, y deja huella en los soldados de una forma que al mundo le cuesta imaginar. Carta tras carta Evie y Will se conocerán de una forma más profunda y se darán cuenta de que, pese a ser amigos de la infancia, había cosas que no sabían el uno del otro.

 

Este libro me llegó por sorpresa y cuando lo empecé no sabía nada de él, ya que además era una novedad y no había leído ningún tipo de opinión sobre la novela. Quisiera añadir que la manera en la que venía envuelto lo convertía más en un regalo que en una colaboración, últimamente he sentido que las editoriales están poniendo cada vez más cuidado en los detalles que acompañan a los libros y está siendo toda una experiencia, os dejo unas fotitos más abajo para que veáis a qué me refiero.

No soy una de esas personas a las que le gusta leer libros sobre la Navidad o ver las típicas pelis navideñas, la verdad es que no soy muy de festejos pero este libro estaba ambientado durante la Primera Guerra Mundial y es un tema tan horrible como fascinante.

No es un libro que nos vaya a hacer sentir muy mal, quisiera aclararlo porque por ejemplo, yo a veces evito ese tipo de lecturas que me pueden afectar si estoy pasando por un mal momento, pero en este caso, La última Navidad en París es una historia de romance muy bonita en la que se habla de la guerra, pero de una forma bastante suave. Sí tiene un componente bastante triste, sobre todo hacia el final, porque la vida es así, y aunque no llegué a llorar casi lo hago y tampoco soy una persona que suela llorar con los libros, pero este me emocionó. Con todo esto quiero decir que no es una lectura dura pero si estáis en un momento sensible tal vez os emocione, pero en general creo que es una experiencia muy enriquecedora el leerlo.

Tenemos algunos capítulos narrados desde el punto de vista de Will y serán el hilo conector, pero es una novela epistolar de cabo a rabo. Esto no me despertó un particular interés porque el estilo epistolar no es mi favorito y el inicio no se me hizo pesado, pero me costó un poco adaptarme.

Will o Thomas le escriben a Evie sobre lo que viven en la guerra pero todo va de forma sesgada, es uno de los inconvenientes del estilo epistolar, y es que los personajes pasarán su propio filtro si el autor (en este caso autoras) son consecuentes y por lo tanto, ni Evie ni nosotros, como lectores, sabremos lo más escabroso y crudo de la batalla. Este aspecto es un poco superficial y si buscáis algo muy detallado sobre la guerra no lo encontraréis, pero sí sobre los sentimientos de los ciudadanos que atravesaron este momento.

Como digo, el estilo epistolar nunca me ha convencido del todo pero llegó un momento en el que me adapté y me leí, prácticamente todo el libro, de una sentada. Hacía mucho tiempo que no me pasaba esto así que tiene mérito. Las cartas están llenas de pequeños momentos de relleno necesarios porque son eso, cartas, y también poco a poco vemos el avance de la amistad entre Evie y Will, pero también la experiencia de su amiga Amanda como enfermera o de la propia Evie como columnista y cartera, así como lo que Will vive como teniente.

Me ha gustado que se toquen temas como las enfermedades mentales de los soldados, la prostitución en el frente, la pérdida, la propaganda en la prensa y la dificultad para contar la verdad de lo que sucedía en la primera línea de batalla, las falsas ilusiones con las que llegaban los soldados o el miedo y la cobardía. He podido sentir todo eso y yo misma he sentido el miedo.

[Extracto del libro]

El otro día mamá estaba hablando de los preparativos de Navidad y me temo que le contesté de una forma un poco brusca, diciendo que era una estupidez pensar en esas cosas cuando hay tantos hombres muriendo. Mamá dijo que es mejor mirar hacia delante que recrearse en el pasado. Si no fuera terca como una mula, le habría dado la razón, en vez de salir de la habitación dando un portazo. Pero soy terca como una mula y desde entonces no nos hablamos. No quiero ser una hija difícil, pero al parecer no puedo evitarlo.

Actualmente el mundo está atravesando una pandemia y miles de personas están muriendo, suelen decir que es la guerra de nuestra generación. En la Primera Guerra Mundial murieron 35 millones de personas y poco después llegaría la Segunda Guerra Mundial, imaginaos lo que es eso a nivel anímico. Hoy en día la batalla se centra entre el ser humano y la enfermedad, pero en este libro vemos como son personas matando a personas por motivos que, en fin, vienen de decisiones de unos cuantos y eso arrastra a masas de inocentes que nada han podido decidir. No soy capaz de imaginar el terror de la gente ante los bombardeos en las ciudades o la vida en la trinchera.

Es un libro emotivo en el que se ve crecer un romance poco a poco, eso me ha gustado y también que se incluyese todo lo que sucedía en el periódico. La parte dedicada a Amanda, la amiga enfermera de Evie, me hubiera gustado que enseñase un poco más la vida de una enfermera, siempre sonaba muy alegre y ese aspecto no está tan trabajado o detallado como los demás. No deja de ser una lectura bastante ligera de por sí y por eso el ritmo también es bueno, todo no se puede tener.

Quizá lo que menos me convenció es el momento en el que se acerca el final de la historia porque hasta entonces sabíamos bastante del día a día de Evie, contaba mucho su rutina, su trabajo como cartera o lo que hacía para entretenerse pero cuando ella también va al frente sabemos poco de su trabajo, es como si la acción se precipitase.

La narración del libro es sencilla y adecuada a cada personaje, puesto que leemos sus cartas deben mostrar la voz propia de cada uno de ellos y eso se consigue. Como curiosidad diré que los telegramas eran los SMS de la época o esa sensación me dio por lo que en la novela se cuenta.

La mayor pega que yo le puedo ver al libro es justo lo que lo hace diferente, y es el formato epistolar. Es inevitable que este estilo haga que lo veamos todo de forma indirecta y eso es su gran limitación. No tenemos acción y los momentos en los que los personajes se encuentran no son algo que podamos presenciar, solo sabremos un poco de lo que sucedió cuando lo mencionen en sus cartas y eso genera un poco de frustración. No creo que haya sido una historia fácil de escribir debido a estas limitaciones y por eso mismo no me convencía del todo al principio. Yo prefiero un estilo más directo, aquí casi no hay diálogos, por ejemplo, o quizá me habría parecido más completo si fuese una historia que combinase lo epistolar con lo directo. Sin embargo, consiguió ser una lectura que me atrapó y si os gusta este formato lo disfrutaréis, es una variedad narrativa diferente y me ha gustado experimentarla aunque no esté dentro de mi zona de confort.

La edición está muy cuidada, es tapa blanda con solapas y está decorada con unas guardas rojas. Además está dividida en cinco partes y en cada separación se incluyen unas imágenes y unos detalles decorativos muy bonitos. La portada también es muy bonita y evocadora.

Tanto si os gustan los libros con temática navideña como si no considero que este es una buena opción en ambos casos. Es una historia ligera, bonita y también con su punto dramática, no en vano retrata la vida durante la Primera Guerra Mundial. Se lee muy rápido y engancha y aunque su estilo epistolar tiene algunas desventajas también tiene puntos a favor, y es la cercanía con la que podemos conocer a sus personajes.

Mi experiencia ha sido muy positiva, me lo he leído de una sentada y ya hacía tiempo que no me sucedía eso con ningún libro así que no puedo más que recomendarlo.

 

Un libro del que no sabía nada y cuyo formato epistolar no me resultaba del todo atractivo pero del cual acabé totalmente enganchada. Tardé un poco pero cuando me acostumbré al ritmo lo terminé de una sentada. Una historia bonita, triste en algunos aspectos, puesto que está ambientada durante una guerra, pero en la que se habla mucho sobre el ser humano, los cambios después del horror, la amistad, la familia y la esperanza.

  Muy recomendable