Reseña: Ashford Park, Lauren Willig

Ashford Park

Título: Ashford Park
Autor: Lauren Willig
Editorial: Espasa
ISBN: 984-84-670-3490-5
Año de publicación: 2013
Género: Histórica, Contemporánea

Sinopsis

Clementine Evans siempre ha admirado a su abuela Addie: disfrutó de un matrimonio perfecto, tuvo tres hijos y una carrera profesional de éxito en una época en la que pocas mujeres la tenían. Pero cuando la familia se reúne para celebrar los noventa y nueve años de la abuela, un pariente la desconcierta con insinuaciones acerca de un secreto de la familia largo tiempo sepultado que afecta directamente a Addie y que podría cambiarlo todo…

Cuando sus padres mueren, Addie de tan solo seis años, se traslada a Ashford Park, la gran mansión inglesa de sus aristócratas tíos. Allí crece, en el apogeo de la sociedad eduardiana, pero en realidad siempre siente que no pertenece a ese lugar. Su hermosa prima Bea se convierte en su amiga y alidada. Pornto, una guerra cambia la faz de Europa de manera irrevocable, afectando también a Addie y a Bea y a todos los que están a su alrededor, en particular al fascinante y atractivo joven que está empezando a salir con Addie. ¿Qué sucede cuando aparece finalmente algo que no se puede compartir?

Mi opinión:

Esta historia está narrada en dos tiempos, una en el pasado, a principios del siglo XX y otra en la actualidad, bueno, entre 1999 y 2001. En el primer tiempo, conocemos la historia de Addie, una niña que se queda huérfana y se tiene que ir a vivir con su tío que es el conde de Ashford Park. Tiene una tía fría como un témpano, tres primas y un primo. Una de esas primas es Bea, una niña con ángel, carismática, alegre y que está siendo preparada para ser el alma de la fiesta cuando haga su debut, además de para encontrar un marido de buena posición nobiliaria.

Addie no es más que la prima florero, feúcha, torpe y sin fortuna, sin embargo, Bea es quien se encarga de que tenga un sitio en Ashford. A medida que crecen, cada una va formando su carácter. Bea se casa con un marqués y Addie conoce a Frederick, un hombre que le resulta fascinante, pero que tiene un drama debido a lo que presenció en la guerra.

Por otra parte, está Clementine, la nieta de Addie, que tiene treinta y cuatro años y sigue sola, trabajando cada día del año y viviendo en un minúsculo apartamento, soñando con formar parte del bufete de abogados en el que trabaja después de dedicarle tantos años de su vida.

En el noventa y nueve cumpleaños de su abuela su tía Anna, ligeramente bebida, como suele ser común, tiene un desliz y comenta algo que desata la curiosidad de Clementine, y es que su abuela Addie no es la persona que ella conocía, y realmente se da cuenta de que penas sabía nada de ella y de su abuelo, tampoco tenía ni idea de quien podía ser Bea, hasta que poco a poco, empieza a interesarse por el pasado de su familia, que no es el que ella había creído toda su vida.

Tengo que admitir, que me lancé con esta lectura en un momento en el que no sabía con certeza qué era lo que me apetecía leer y me costó un poco engancharme, pero al final creo que uno no puede evitar sentir interés a pesar de que la historia no tiene un gran misterio y es predecible.

Ashsford Park nos cuenta una historia familiar, sobre sucesos familiares que tuvieron lugar en un momento complicado de la historia, un periodo entre guerras que cambió la sociedad del día para la mañana. De pronto, ser conde o marqués no era tan importante, no se le daba tanto valor y la gente que había sido criada para eso se quedaba sin su lugar en el mundo.

Principalmente, vemos la vida de dos mujeres, la de Addie y la de Clementine, que se me han hecho algo parecidas. El personaje de Bea también está presente, ya que es alrededor de ella sobre quien viajamos, porque su gran carácter hace que sea el detonante de muchos sucesos.

Frederick y Jon son los únicos hombres que adquieren algo de protagonismo, pero sin ser más que piezas que consiguen que las protagonistas femeninas estén mejor construidas.

Como decía, la trama es familiar y consiste en destapar secretos guardados durante muchos años, ha pasado tanto tiempo que se han ido haciendo una bola más y más grande y más difícil de contar y explicar, sobre todo para Clementine, que es el miembro de la familia que no sabía quien era en realidad su abuela.

De esta parte de la trama conocemos un poco de la vida de Clementine, de sus sueños y desilusiones y de qué pasará con ella. De Addie hacemos un poco un recorrido por su vida, desde que era pequeña, hasta que crece y más tarde hasta que es una anciana.

Tanto la trama de la abuela como la de la nieta me han resultado interesantes en gran medida, en algunos casos una más que otra, pero creo que están bien las dos, aunque la de Addie llamará más la atención por estar situada en un tiempo histórico pasado y porque parte de este sucede en Kenia.

Este libro me interesó porque se decía que era una mezcla de Dowton Abbey y Memorias de África, pero siendo sinceros, no he visto nada de Dowton, ya que Ashford Park, lugar que pone titulo al libro, apenas aparece y de África vemos más bien poco. Se habla sobre la granja, las plantaciones de café, los safaris… pero solo eso, se menciona y nada más, no hay muchas descripciones de los territorios y de los nativos, de la forma de vida de allí, la autora se ciñe a los hechos y al final, lo demás se queda en un fondo que carece de importancia y sí he echado de menos más descripciones.

La parte que me ha gustado y que creo muestra un poco como eran aquellos tiempos es cuando Addie, Bea y Frederick salen por Londres a clubes de mala reputación, creo que también es el momento más brillante de Frederick, con esas confesiones que le hace a Addie, la descripción que se hace de él y del ambiente del lugar, yo diría que es la escena que más me ha gustado.

Lo que sucede en África se me hizo demasiado rápido y es que a pesar de las más de 400 páginas de la novela, los sucesos parecen muy rápidos porque creo que la autora no se pudo entretener demasiado en nada, ya que al estar contado a distintos tiempos, se haría muy largo.

El estilo de la escritora es claro y directo, creo que atiende bien a las clases de los personajes, aunque no vemos nunca nada marcadamente histórico o aristocrático, la verdad es que lo diálogos no son mayoritarios y casi siempre hablan los mismos personajes.

En cuanto a estos, como dije, destacan Addie, Clementine y Bea. Addie y Clementine se me han hecho parecidas en su carácter y en sus relaciones amorosas, lógicamente, una es más actual que la otra, pero mi favorita es Addie, creo que es una mujer muy fuerte a pesar de cómo fue su vida.

Bea es la gran oveja negra, después de ser criada para ser una marquesa y de que su matrimonio sea un fracaso, no sabe dónde encaja. Se siente frustrada porque su marido no le hace caso, así que decide serle infiel, pero comete el error de no ser lo suficientemente discreta, así que debe irse a África y se vuelve a casar con el padre de su hija. Allí tampoco es feliz, ya no puede ir a las fiestas de Londres, ya no es marquesa, su segundo marido no la soporta y en medio de la selva lo único que hace es aburrirse. No quiere a sus hijas, ni a su marido y sus amantes no pueden ofrecerle nada, se siente vacía y fuera de lugar, así que lo demuestra siendo sarcástica y en ocasiones, cruel. Creo que su personaje es típico en algunos aspectos, es fácil hacernos una imagen de él y a la vez es el más rico, el más contradictorio y me ha gustado estar en su forma de pensar. Ella no quiere ser una mujer florero, pero su sociedad no le enseñó ni permitió ser seguirá otra cosa.

A pesar de ser uno de los personajes mejor formados, no me ha caído bien, porque aunque Addie piense que Bea es su salvadora, su amiga se aprovecha muchas veces de ella y no se preocupa lo suficiente. Eso lo vi en su relación de niñas, cuando son mayores no se trabaja para nada su amistad y eso me ha parecido un punto flojo en la novela, porque después se quiere dar a entender que hubo una gran amistad que perduró, cuando eso no lo vemos en ningún momento.

En general, me esperaba el final, pero ha sido una historia entretenida y que de verdad llega a enganchar. Y además, se me ha hecho rápida, ya digo, a pesar de tener 400 páginas, que yo pensaba que tardaría más en terminarlo. No ha sido una novela que me haya marcado, pero creo que está bien llevada y que gustará, así que si os interesa, os animo a leerla, no creo que os defraude.

  La historia de una familia, desde la perspectiva de Addie, durante la primera parte del siglo XX, y de la de su nieta Clementine, en la actualidad, que tendrá que descubrir cómo fue en realidad la vida de su abuela y que es aquello que todos le esconden sobre el pasado de una mujer a la que siempre quiso e intentó imitar, a la vez que debe resolver su relación con Jon, un primo al que no ha llegado a conocer.

Muy recomendable