Sobre portadas: La imagen importa

Aquí traigo la primera entrada dedicada únicamente a comentar las portadas de los libros. Como sabéis, esta época nuestra da gran importancia a la imagen y como todo nos entra por los ojos, las editoriales (algunas más que otras) se esfuerzan por que los libros que publican tenga un bonito envoltorio.

Es verdad que no se debe juzgar un libro por su portada, pero a veces es difícil. No voy a ser hipócrita, soy bibliofila y eso quiere decir que me gusta coleccionar libros y que me intereso por el volumen en sí y no solo por el contenido, aunque por supuesto hay excepciones.

Con respecto a mi gusto personal, puedo decir que me encanta tener ediciones modernas y cuidadas, con esas bonitas imágenes, brillos, texturas y forros. Sin embargo, los libros antiguos también tienen un encanto especial para mí. Por ejemplo algún ejemplar que compramos en un rastrillo, o alguno de la biblioteca que lleva medio siglo guardando polvo. No sé si a vosotros os pasará, pero para mí son libros muy especiales.

Como ya sabéis, en este blog (por lo menos de momento) hay una mayoría de reseñas sobre novelas románticas y en este campo hay un gran dilema con las portadas. Por lo general, y sobre todo hace algunos años, las novelas de temática romántica solían mostrar en sus portadas parejas de hombres y mujeres en posturas sugerentes. Los hombres suelen ser musculosos y con el pelo largo y las mujeres tienden a tener una expresión entre éxtasis y asco, además de llevar vestidos provocadores. Creo que todo aquel que tenga un poco de buen gusto despreciará esto, porque muchas veces la imagen nada tiene que ver con la novela. Gracias a Zeus, las cosas están cambiando y las lectoras de este ámbito nos volvemos exigentes, un ejemplo son los libros de Cincuenta sombras, que a pesar de ser eróticos tienen bonitas portadas que nada tienen que ver con torsos aceitosos. A pesar de todo, sigue habiendo editoriales que todavía no se adaptan a este patrón y prefieren seguir publicando novelas con portadas macho-hembra.

Creo que la imagen es importante hasta cierto punto, y aunque siempre que podamos es mejor juzgar un libro por su contenido y no por su portada, está bien por parte de las editoriales mostrar cuidado al elaborar las portadas y las ediciones. ¿Y vosotros qué pensáis? ¿Preferís las ediciones modernas, con forros, solapas, relieves y brillos? ¿Los ejemplares sobrios y antiguos? ¿Os da igual cómo sea la portada, no lo tenéis en cuenta? Y para los lectores de novela romántica ¿os gustan más las portadas con parejita o preferís que tengan otro estilo? 

No sé si conocéis este libro en particular, supongo que es muy posible que os suene por la repercusión de los vampiros y por su serie que tuvo bastante éxito. Lo hayáis leído o no, si os dieran a elegir entre los tres ¿cuál escogeríais?  ¿os daría igual, o para vosotros es importante la imagen? Esta novela tiene críticas buenas y malas, a mí me gustó, pero creo que para que le guste a uno hay que verlo como una parodia. Aquí la protagonista engloba muchas cualidades típicas de las heroínas  pero a la vez es un poco diferente y "rubia pero no tan tonta". El vampiro no es un ser tan seductor y su nombre es Bill, una nombre muy común que lo desmitifica. Pero ahora, dejando fuera el contenido ¿os guiáis en la imagen? ¿Hasta que punto os fijáis en las portadas a la hora de comprar un libro? 

En general, yo creo que nos fijamos bastante en las portadas, sobre todo las generaciones más jóvenes de menos de cuarenta o treinta años. Lo comercial nos atrae, si nos muestran muchas veces un objeto y nos dicen lo fantástico que es y además es bonito, algo en nuestra cabeza nos dice que es así y queremos conseguirlo. ¿Y vosotros, sois bibliófilos o lectores fieles al contenido?