Reseña: La maldición del ganador, Marie Rutkoski

01 La maldición del ganador

Título: La maldición del ganador
Autor: Marie Rutkoski
Traducción: Aida Candelario
Editorial: Plataforma Neo
ISBN: 984-84-16429-70-7
Año de publicación: 2015
Género: Juvenil, Fantasía
1º de la trilogía La maldición del ganador

Sinopsis

Como hija del general de un imperio que se deleita en la guerra y en la esclavitud, Kestrel solo tiene dos opciones: unirse al ejército o casarse.

Sin embargo, todo su mundo da un giro radical cuando la chica encuentra un esclavo cuyos ojos parecen desafiar al mundo entero y, siguiendo su instinto, termina comprándolo por una cantidad ridícula de dinero. Pero el joven guarda un secreto, y Kestrel aprender rápidamente que el precio que ha pagado por otro ser humano es mucho más alto de lo que podría haber imaginado. Que ganar aquello que quieres puede costar todo lo que amas.

Ambientada en un mundo imaginario, La maldición del ganador es una historia de conspiraciones, rumores, secretos y rebeliones en la que todo está en juego y en la que la verdadera apuesta consiste en conservar la cabeza o seguir al corazón.

Mi opinión:

Kestrel es hija de un importante general del imperio valoriano, tiene diecisiete años y todavía no sabe qué decisión va a tomar respecto a su futuro. Tiene dos opciones: casarse o alistarse en el ejército. Ya que no es muy buena en el combate cuerpo a cuerpo y no quiere matar a nadie, tal vez se decante por el matrimonio, aunque eso le restaría libertad. Su padre la considera muy buena estratega y quiere que entre en el ejército, así que Kestrel para evitar presiones le recuerda que todavía no tiene que tomar una decisión.

Los valorianos viven en Herrán, una ciudad que tomaron por la fuerza para luego esclavizar a sus habitantes. Desde la conquista han pasado solo unos años, pero los valorianos tienen un poderoso ejército y no creen en las rebeliones.

Un día, su mejor amiga y ella entran en una puja de esclavos sin querer y sin saber por qué, Kestrel termina pujando por un esclavo del que dicen que sabe cantar. Hay algo extraño en él y termina pagando más de lo que debiera, lo que se conoce como «maldición del ganador».

Poco a poco, Kestrel irá conociendo a Arin, una persona que a pesar de su esclavitud muestra cierta reticencia a la obediencia, que es sincero  con ella y que tiene algo especial, puesto que Kestrel puede entender su rabia y odio al ver todo lo que antes era suyo.

A pesar de todo, Kestrel y Arin llegarán a ser amigos y tanto el uno como el otro arriesgarán mucho por esa amistad, pero ¿serán capaces de renegar de su propio bando en favor de esa amistad?

Este libro tenía muchas ganas de leerlo desde que lo gané en un sorteo por varios motivos: primero, la portada es muy llamativa, segundo, la sinopsis pintaba muy bien y tercero, (lo reconozco) me vi afectada por todo el boom que hubo a su alrededor y es que verlo a todo momento por toda la blogosfera tiene efecto.

Quitando todo eso la historia me parecía atractiva, la sinopsis ya da a entender si te va a gustar este tipo de ambientación o no. Al principio pensaba que podía ser algún tipo de distopía (ya las veo por todas partes y en todos los libros) pero no. La maldición del ganador se ambienta en un mundo ficticio que recuerda a la época greco-latina y a ir y venir de esclavos. En sí esto no es muy original, aunque yo opino que siempre está bien tirar del pasado para la ambientación de historias. Sin embargo, lo que me pareció muy atrevido y arriesgado es que la autora sitúa esta historia en medio de un conflicto muy importante.

Los valorianos han conquistado el pueblo herraní y a los que no mataron los convirtieron en sus esclavos. Los herranís son buenos en el campo naval y en las artes, mientras que los valorianos tienen fama de rudos y de bárbaros, pero ah, tenían un gran ejército. Así que tenemos a Kestrel, hija de un gran general del imperio valoriano, y a Arin, un esclavo herraní que ella compra en una subasta llevada por un impulso.

[Extracto del libro]

Ojalá Arin no hubiera elegido, precisamente, música para flauta. La belleza de la flauta radicaba en su simplicidad, en su parecido a la voz humana. Siempre sonaba cristalina. Sonaba individual. El piano, por el contrario, era una red de partes. Era como un barco: las cuerdas eran las jarcias; la estructura, el caso, y la tapa levantada, la vela. Kestrel siempre había pensado que el piano no sonaba como un instrumento único, sino como uno doble cuyos altos y graves se fundían o se separaban.

Él todavía recuerda cómo era la vida antes de ser esclavo y recuerda lo que se sucedió a su familia y ese dolor se muestra en pequeñas formas de rebelión. Tendrá suerte con Kestrel porque ella es bastante empática y le gusta tener a su lado alguien que se permite ser sincero con ella y no se ve afectado por la pompa del comportamiento social que tienen las personas de su entorno, adineradas e importantes como ella.

A pesar de todo, ella comprende lo difícil que es la situación de Arin, muchas veces se pone en su lugar pero al mismo tiempo no ve qué podría hacer por mejorar la situación de los herranís, simplemente las cosas son así. Y es verdad que a lo largo de la historia de la humanidad podemos ver que por mucho tiempo fueron así (y en algunos lugares así sigue siendo). Unos ganan y otros pierden y pocas veces las cosas son justas.

Para mí esto es lo más problemático de la historia, que además cuenta con un importante e interesante giro argumental. Al conocer lo que piensa Arin se ve venir, pero es muy interesante ver cómo la autora lo desarrolla, como digo es una situación difícil y estando en un mundo donde la guerra es clave, se agradece que las escenas de violencia estén en consonancia con lo que sucede. Yo soy partidaria de no evadir este tipo de situaciones y aunque la autora no se recrea en ello, esto no es un mundo bucólico.

Todo esto me ha gustado y lo valoro mucho, y luego por otro lado nos encontramos con la relación de Kestrel y Arin. Los dos son personajes en situaciones especiales, no mencionaré la de Arin porque sería un spoiler, pero en el caso de Kestrel, que es a quien conocemos primero y mejor, tiene que elegir entre si casarse o unirse al ejército. Ella no es muy buena luchadora, no le gusta demasiado la violencia ni entrenar y no quiere matar a nadie, por otra parte es muy buena estratega y por eso su padre quiere que vaya a combatir con él. Y para sorpresa y disgusto de muchos, está muy interesada en crear música con su piano, algo que está bien si no se abusa de él. Los valorianos valoran el coraje en la batalla, no el arte que llevó a los herranís a la perdición. Si Kestrel se une al ejército es algo que tendrá que abandonar, pero si se casa tendrá menos libertad… Es interesante ver lo que esto significa para ella, como jugará en su contra y en su favor y qué piensa de todo ello.

Lo que menos me ha gustado de la historia es, tal vez, la relación de Kestrel con sus amigos Ronan y Jess. No la he visto muy real, no tiene la presencia necesaria para que los lectores podamos comprender hasta qué punto Kestrel quiere a sus amigos. No me ha interesado esa amistad, no he terminado de creérmela y me gustaría que las amigas de las protagonistas abandonaran el cliché de ser o bien una amiga insoportable que no beneficia en nada a la prota o la típica chica frívola que no se entera de nada y se asusta con todo.

[Extracto del libro]

Entonces le costó mirarlo, así que bajó la vista hacia el semental que montaba. Abrió los ojos como platos.

—¿Has escogido precisamente se caballo?

—Es el mejor —contestó él con seriedad.

—Es el de mi padre.

—No se lo tendré en cuanta al pobre animal.

Y en cuanto al amor en este libro, pues vaya, no me ha emocionado mucho, no está llevado como en otras historias ambientadas en el mundo contemporáneo que se centran más en los sentimientos de los personajes y aunque no me ha llegado del todo creo que está bastante bien. No es un amor que surja de pronto, aunque sí hay un interés, comienza con una amistad que tiene sus altibajos, que es difícil porque los dos pertenecen a bandos opuestos, lo que se resaltará más hacia la parte final de la novela, y que tiene sus puntos bonitos y casi, casi de cuento en algunos momentos, o al menos a mí me lo pareció. Es como si el amor tuviera que imponerse ante todo un mundo que está en su contra debido a la situación de cada uno.

El final, como me temía, deja con ganas de más y termina en un punto en el que la historia llega a otro nivel. La situación es muy difícil y no sabemos qué va a pasar, pero parece que todo se complica cada vez más y más. En las guerras no hay vencedor, siempre hay sufrimiento y muerte y aunque nuestros protagonistas lo entienden ¿serán capaces de evitarlo?

La maldición del ganador me ha gustado y aunque no me enganché desde las primeras páginas sí que tiene un ritmo bueno y cuando avanzas un poco se lee en nada. No es una historia que me haya emocionado como algunas otras, pero me ha gustado mucho, me ha atrapado y sobre todo, al verlo con perspectiva sigo pensando que la ambientación que la autora elige es arriesgada y difícil, pero que la desarrolla bien, que nos permite ver bien ambos puntos de vista y que el título que ha elegido le va genial, además de que tiene una pequeña historia.

Esta es una novela que recomiendo aunque suponga empezar otra saga/trilogía, que nos lleva a un mundo que nos hace reflexionar sobre la guerra y todo lo que le arrebata a las personas y que tiene una interesante historia de amor que será de vital importancia no solo para los protagonistas, sino para sus pueblos.

Una historia con una ambientación arriesgada debido a la problemática que presenta, pero que nos lleva a reflexionar sobre las consecuencias de las guerras. Una novela que recomiendo, con buenos personajes e interesantes giros argumentales.

Muy recomendable