The first to know
Título: The first to know. ¿Contarlo o no contarlo?
Autora: Abigail Johnson
Traducción: ¿?
Editorial: Ediciones Kiwi
ISBN: 978-84-17361-30-3
Año de publicación: 2019
Páginas: 316
Género: Juvenil, Romance
Libro único
Sinopsis
El padre de Dana Fields nunca conoció a su familia
biológica. Sin él saberlo, Dana lleva a cabo una prueba de ADN como regalo de
cumpleaños, con la esperanza de encontrar algún familiar lejano. Sin embargo,
todo su mundo se desmorona cuando en vez de dar con unos primos terceros, Dana
descubre que tiene un hermano de su misma edad, cuya existencia significaba que
el feliz matrimonio de sus padres era toda una mentira.
El deseo de Dana por conocer a su hermano Brandon y la gran
decepción con su padre se enfrentaban al deseo de no separar a su familia. A
pesar de ello, en cuanto Dana ve la oportunidad de descubrir más sobre su
hermano a través de su primo, el intenso pero amable Chase, la aprovecha. Sin
embargo, cuanto más investiga Dana sobre Brandon, el pasado de su padre y ese
chico irresistible, quien no le perdonaría si descubriera la verdad, más
inevitables se vuelven los efectos colaterales de sus propias mentiras. En una
situación en la que el pilar de su familia se derrumba, Dana debe asumir la
responsabilidad de sus acciones y encontrar la forma de curar las cicatrices
abiertas antes de que el daño sea irreparable.
*Gracias a Ediciones Kiwi por el ejemplar.
Mi opinión:
Dana es una apasionada del béisbol, al igual que su hermana
mayor y su padre, que también es su entrenador. Sin embargo, su hermana ha
decidido dejarlo cuando empezó la universidad y por eso Dana siente más la
presión de mejorar, aunque no sea tan buena jugadora como ella. No quiere decepcionar a su padre y a veces
siente que solo puede acercarse a él a través de ese deporte.
Pronto va a ser su cumpleaños y se le ha ocurrido una idea
genial: buscar a sus parientes biológicos. Su padre fue abandonado al nacer
y gracias a un test de genética quizá encuentre a algún familiar cercano al que
pueda conocer. Cuando llegan los resultados no puede estar más feliz, un
tal Brandon parece que tiene coincidencias en su ADN, de tal manera que puede
ser o su padre o su hijo. No podía estar más segura de que había encontrado a
su abuelo, al menos hasta que Brandon resulta ser un chico de 18 años.
El dilema la
paraliza, lo que ha descubierto quiere decir que su padre le fue infiel a su
madre y ahora lo ve con otros ojos ¿debería decirlo o callar? ¿No tiene derecho su padre a saber
que tiene un hijo? ¿Cómo deberían actuar ellas? ¿Qué significa eso para su
familia?
Lo peor es que Brandon no sabía nada hasta que ella lo
conoció y esa noticia también ha sido una bomba para su vida. Su primo, Chase,
será una gran fuente para conocer mejor a su hermanastro, pero su amistad puede
acabar muy mal cuando se entere de quien es realmente Dana.
Decisiones difícil y buenas intenciones, pero ¿cómo acabará
todo?
En cuanto vi que iba a salir este libro supe que quería leerlo. La autora fue publicada en español por primera vez con su novela If I fix you y tras leerla, me conquistó. Me gusta su estilo y sus personajes, así como los temas que elige para tratar en sus historias, les da un enfoque diferente y siempre provee a sus personajes de una personalidad diferente, atractiva y dulce.
The first to know plantea la difícil situación en la
Dana descubre, sin querer, que su padre tiene otro hijo, en este caso fuera del
matrimonio. Gracias a un test de ADN que pretendía encontrar a familiares
averiguó que hay un joven de su edad que es su hermano. Cargará con ese peso a
lo largo del libro, la imagen que tenía de su padre ser verá perturbada, vivirá
situaciones muy tensas y tendrá que tomar difíciles decisiones.
Considero que a esta autora le gusta
escribir historias que son como una escena que captura de entre las vidas de
los personajes.
No son historias largas, conocemos este fragmento de la historia y terminan
dejando entrever lo que podría ocurrir a continuación, pero aunque vemos la
resolución del problema, no vamos más allá con más páginas, con un epílogo o
menos aún con otro libro. Son lecturas perfectas para el verano o para cuando
queremos un libro autoconclusivo que nos transmite buenas sensaciones. La
problemática está ahí, desde luego, pero hay algo en sus personajes que
desprende positivismo, quizá por sus reflexiones que dejan claras sus buenas
intenciones, o por que siempre le da una cabida importante a la amistad, pero
todas las características de estos libros hacen que sean para mí lecturas
seguras.
[Extracto del libro]
—¿Qué coleccionabas?
En realidad, nunca había coleccionado nada excepto…
—Cromos de béisbol
—Así que mientras yo estaba persiguiendo lagartos y puliendo rocas…
—Espera, ¿puliendo?
—¿Tú estabas coleccionando cromos de béisbol?
—Vuelve a lo de pulir rocas. Esto es un nivel completamente diferente de rarito.
Chase sonrió.
—Tú eras la niña que iba con las rodillas permanentemente raspadas y siempre llevaba puesta una gorra de béisbol.
Chase pasó el dedo por la visera que yo llevaba.
Esa era yo hasta la pubertad. Luego cambié mis rodillas raspadas por el brillo de labios —generalmente de Selena—, pero aún así me sentía más yo con una gorra de béisbol.
—Sí, y tú —dije, sonriendo—, eras… ¿el chico que tenía su propia pulidora de rocas?
Inclinó la cabeza, admitiéndolo sin vergüenza.
Sonreí.
El grupo de
personajes es diverso y sus personalidades quedan bastante claras, a lo largo de la historia vemos como
se presentan típicas disputas familiares que adquieren un cariz más profundo
porque la protagonista es capaz de hacer que nos involucremos en ellas. Su
hermana dará un cambio a su vida que a priori parece poco racional, por
ejemplo, y ella se verá en la disyuntiva de querer apoyarla pero no tener
muchas esperanzas en que ello funcione. Asuntos cotidianos que son muy bien
llevados. Incluso los personajes secundarios como sus amigos tienen ciertas
características que hacen que no sean meros personajes planos.
Chase será el chico que conozca el mismo día que se presentan ante su hermanastro y ahí dará comienzo una relación de amistad muy bonita y natural. Es un personaje que no llegaría a colocar como principal, pero aún así vemos que su vida también tiene sus propias complicaciones. Su madre lo ha tenido toda la vida junto a ella, así como a su hermano y a su sobrino, pero ahora que todos tienen planes para irse está desarrollando una obsesión por acumular cualquier tipo de objeto y Chase no sabe como ayudarla. Por su parte, Dana tiene miedo de que descubra el motivo por el que se conocieron y él crea que lo ha estado engañando todo ese tiempo. Lo cierto es que he disfrutado muchísimo con esta relación y me quedé con ganas de saber más.
[Extracto del libro]
Cuando me presenté en casa de Chase a la tarde siguiente, él me recibió del mismo modo en que nos habíamos despedido la última vez. El beso todavía me sorprendía, no solo por su calor y el sabor, sino por lo fácil que era inclinarme para cogerlo en un beso y lo difícil que era apartarme.
La edición del libro cuenta con una
portada muy chula y me alegra que la editorial la cambiase porque es más bonita
que la original
y además guarda parecidos con la de su primer libro publicado If I fix you, con tan solo verlo ya
indica a quien pertenece y un poco el ambiente de Arizona que está presente en
ambas historias.
Una buena
narración, un buen ritmo, temas interesantes, personajes bien construidos… en
suma, una gran lectura que termina de reafirmarme en que Abigail Johnson es una
buena opción por la que apostar.
Cualquiera de los dos libros merece mucho la pena así vuelvo a recomendarlos,
los guardaré con mucho cariño en la estantería y crucemos los dedos para que la
editorial siga confiando en esta autora.
Con este segundo libro que leo de la autora, esta se ha convertido para mí en una puesta segura. Buenos personajes, una historia con trasfondo interesante, buena narración… Un libro perfecto para leer en verano o primavera, completamente disfrutable.